sábado, 8 de noviembre de 2014

El artista y su obra

El otro día llegué, de casualidad, tal y como suelen llegar las cosas buenas de la vida, hasta un cortometraje titulado "Morado". En él se reflexionaba sobre lo que podemos llegar a hacer por buscar la aprobación de los demás: en un mundo cada vez más replegado en torno a Twitter, a Facebook, a Instagram, en una sociedad en la que a fuerza de ponernos máscaras para gustar a los demás, ¿hasta qué punto somos capaces de reconocernos a nosotros mismos cuando desaparece el objeto que satisface nuestro ego?  Así pues, quiero haceros co-partícipes de la reflexión que he querido plasmar en un microrrelato que sin lugar a dudas, nunca habría escrito de encontrarme en una isla desierta:

ANGEL LEVANTÓ LA MIRADA. SUFRÍA UNA CRISIS DE CREATIVIDAD. DURANTE TODA SU VIDA, NUNCA LE FALTARON IDEAS, HISTORIAS, EMOCIONES QUE PLASMAR EN ESE TERRIBLE FOLIO EN BLANCO EN EL QUE LA TINTA, POCO A POCO, NOS TERMINA TRANSPORTANDO A UN UNIVERSO PARALELO, A VECES, TAN ALEJADO EN EL ESPACIO COMO EN EL TIEMPO.

SIEMPRE SE AUTOENGAÑÓ PENSANDO QUE ESCRIBÍA PARA SÍ MISMO: QUE ERA EL PÚBLICO EL QUE SE ADAPTABA A SUS HISTORIAS Y NO AL REVÉS. A PESAR DE LAS PRESIONES, A PESAR DE LOS ENCARGOS DE SU EDITORIAL, ÉL SENTÍA QUE CADA PALABRA QUE ESCRIBÍA SALÍA DEL FONDO DE SU ALMA.


¡CUAN ENGAÑADO ESTUVO, SIEMPRE HABÍA NECESITADO LA APROBACIÓN DE LOS DEMÁS! SIN NADIE QUE LE LEYERA, ¿QUÉ SENTIDO TENÍA SEGUIR ESCRIBIENDO? COGIÓ SU PLUMA, OTEÓ EL HORIZONTE Y LA ARROJÓ CON FUERZA AL MAR MIENTRAS ERA CONSCIENTE DE QUE PARTE DE SU SER SE HUNDÍA CON ELLA.






sábado, 15 de marzo de 2014

Los orígenes del Estado burgués de Derecho y su sistema penitenciario

" LA PROPORCIÓN ENTRE LA PENA Y LA CALIDAD DEL DELITO ESTÁ DETERMINADA POR LA INFLUENCIA QUE TIENE EN EL ORDEN SOCIAL
EL PACTO QUE SE VIOLA"

Gaetano Filangieri, La ciencia de la Legislación (1780), trad. de 1786, t IV, pág.214


miércoles, 12 de febrero de 2014

Procastinadores del mundo: Uníos (pero ya si eso mañana) Ocio vs trabajo

Ya sé que prometí una foto semanal. También prometí un artículo semanal e incluso un artículo de opinión semanal. Entrevistas no prometí pero dije que colgaría con cierta asiduidad. Pero los procastinadores somos así: perennes ociosos, vagos incorregibles. Solemos aplazar acciones que todo el mundo considera de vital importancia y dispensarnos con un maravilloso atardecer o disfrutando de la maravillosa sensación de ver como se detiene el tiempo cuando te quedas un rato haciendo nada.

La perversa sociedad postindustrial en la que nos movemos nos quiere convencer de que lo nuestro es una enfermedad. Pero yo me pregunto, ¿quién está más enfermo? ¿el que participa de esta absurda dinámica consumista en la que uno pasa la vida trabajando para pagarse cosas que no necesita y de paso poner su granito de arena en el colapso medioambiental de nuestro planeta -el único que tenemos- o el que deja de lado "lo importante" desde la mirada puramente economicista-productivista y se centra en lo fútil, en lo banal, en lo superficial o quizá en lo humano? Porque lo que define a un procastinador es que nunca deja de lado tareas que merecen la pena ejercerse y es ahí, en la inversión de valores que opera en la mente ociosa del procastinador dónde hayamos el quid de la cuestión.

Frente al derecho al trabajo, yo reivindico el derecho a no estar obligado a trabajar para garantizar tu subsistencia. Ello permitiría afrontar de una vez el problema de la justicia social, dar un respiro al planeta, detener un modelo productivo suicida y recuperar modos de relación comunitarios que hoy día parecen muy alejados del de esas sociedades primitivas que tantas lecciones podrían enseñarnos, si bien no en materia tecnológica si en el terreno de la relación entre los hombres y entre estos y el entorno. Porque a los procastinadores no se les cura con un psicofármaco, se les cura cuando no les obligas a realizar tareas que no le aportan nada. O mejor dicho: tareas que o sólo le aportan riqueza material o realiza coaccionado  (las formas de dominación de nuestras actuales desarrolladas son complejísimas) o ambas cosas a la vez.


domingo, 26 de enero de 2014

Microrrelatos pre-electorales I

 -¡No nos falles! -le gritaban al flamante eurodiputado tras conocerse que había arrasado entre el electorado de izquierdas.

Él, miró al lumpen y sintió por fin que todas sus apariciones en los mass habían merecido la pena. Borregos... pensó, mientras les dedicaba la mejor de sus sonrisas.




miércoles, 22 de enero de 2014

Televisión y parlamentarismo




La gran victoria del parlamentarismo es dejar votar a todo el mundo. Y además, que todo voto valga exactamente igual. El voto de Belén Esteban, el de los participantes de Mujeres,Hombres y Viceversa. El voto de los participantes de Gandía Shore o el de ese vecino que dice "yo no soy racista, soy ordenado muahahahaha" y ese familiar que afirma " eso es asin porque lo dijeron en la tele" valen lo mismo que el tuyo. El voto es tan democrático como el share, por eso Telecinco lidera las audiencias y el PP desgobierna la nación. Y la democracia es un juego que atiende a los intereses de unos pocos y en el que gana el que mejor manipula a las mayorías. Vamos, como en la tele. Por eso quizá la tele ha contribuido tanto al asentamiento del parlamentarismo. O no, no sé... ¡me piro que empieza el programa de Mariló Montero!